Vamos a hablar de estufas. Hoy en día, casi todas las casas tienen algún tipo de sistema de calefacción. Estamos acostumbrados a no pasar frío, nos gusta sentirnos cómodos en casa e incluso en invierno queremos llevar una sola manga. Hay que tener en cuenta que una temperatura saludable en el hogar debe estar entre 19 y 20 grados centígrados en invierno. Por la noche es aconsejable bajar la temperatura unos grados. Cuando nuestra casa es demasiado cálida (superamos la temperatura saludable de 20 grados) y salimos al exterior, tenemos más riesgo de sufrir infecciones víricas.
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Gama
Existe una amplia gama de productos de calefacción, por lo que debemos tener en cuenta lo que queremos y necesitamos antes de comprarlos. Hay que recordar que casi todos los sistemas de calefacción contaminan el aire, a excepción de las estufas eléctricas, el suelo radiante, los radiadores y los calefactores, ya que tienen cámaras de combustión cerradas y ventilan los gases al exterior. Todos los demás sistemas de calefacción contaminan el aire interior en mayor o menor medida.
A continuación, examinamos los niveles de contaminación de cada uno de los siguientes calentadores:
- Chimeneas o estufas de leña.
- Estufas catalíticas.
- Estufas de parafina o gas.
Todos ellos necesitan oxígeno para producir calor, y también emiten carbono, sustancias tóxicas, partículas gaseosas, y pueden aumentar o disminuir la humedad del ambiente.
Estufas de leña
- Emiten ácidos dentro y fuera de la casa.
- También emiten polvo en el interior y en el exterior.
- Emiten CO2 dentro y fuera de la cámara de combustión.
- La madera con un alto contenido de humedad emite un material respirable llamado PM10, que es perjudicial para la salud.
- La madera quemada emite otro material conocido como PM2,5, que puede tener graves efectos sobre la salud.
Estufas catalíticas
- Consume oxígeno.
- Emiten polvo que permanece en el aire.
- Emiten gases y partículas tóxicas.
- Algunos reducen la humedad ambiental y secan las vías respiratorias.
- Algunos de ellos aumentan la humedad ambiental y favorecen el crecimiento de hongos microscópicos que causan enfermedades respiratorias.
Estufas de gas o parafina
- Consume oxígeno.
- Aumentar el nivel de CO2.
- Cambiar el nivel de humedad de la habitación.
Todo ello puede provocar dolores de cabeza, mareos, sequedad o cambios en la humedad de las vías respiratorias. Por esta razón, las estufas de queroseno o de gas no deben colocarse nunca en espacios cerrados; la puerta o la ventana deben dejarse siempre entreabiertas para restablecer el flujo de oxígeno. Es importante ventilar las habitaciones en las que se utilizan a diario este tipo de cocinas.
Otros tipos
Estufas de doble combustible
Las estufas de leña o pellets de doble combustión son estufas con dos cámaras de combustión. En la primera cámara, la madera se quema de la forma habitual, y en la segunda se queman los gases nocivos producidos en la primera cámara gracias al aire suministrado. El aire producido por la combustión del primer combustible se devuelve a la segunda cámara donde se vuelve a quemar, destruyendo así los gases nocivos.
Estufas eléctricas

Las principales ventajas de las estufas eléctricas son:
- Limpias. No hay que limpiar ceniza, astillas, hollín o manchas de humo.
- Saludables. La electricidad es un combustible limpio y renovable para el medio ambiente y para tu salud. La calefacción eléctrica está recomendada para las personas con asma.
- Económica y eficiente.
- Versátil. Se adapta a tus necesidades.
Estufas de biomasa
Las estufas de biomasa queman pellets de madera, astillas o troncos para proporcionar calor en una habitación individual o para alimentar la calefacción central.
Algunos beneficios de utilizar este tipo de estufas son:
- Combustible asequible para la calefacción.
- Calor renovable.
- Una opción baja en carbono. Al quemar la madera, ésta emite la misma cantidad de dióxido de carbono que absorbió durante los meses y años que la planta estaba creciendo. El proceso es sostenible en la medida de que las nuevas plantas siguen creciendo en lugar de las que se utilizan como combustible.
Los pellets son fáciles de almacenar. La estufa produce un mínimo de humo, lo que reduce el olor en la casa y evita que el exterior de la unidad se caliente. Los pellets crean considerablemente menos ceniza que la leña, ya que emiten menos creosota, un subproducto inflamable de la combustión.
Estufas de bioetanol
Aparte de la obvia estética que el diseño del biocombustible puede ofrecer, hay muchas más razones de por qué las estufas de bioetanol pueden promover una vida más verde y ofrecer una alternativa beneficiosa para los estilos tradicionales de calefacción.
- No hay necesidad de un tiro de chimenea / ventilación.
- No requiere instalación.
- Requiere sólo pequeñas cantidades de mantenimiento y limpieza.
- No produce hollín, ceniza o humo.
- Está alimentada por bioetanol, que es una fuente de calor renovable.
- Proporciona una llama real sin emisiones.
- Es un fuego ecológico.